Las rosas están entre las flores más populares a nivel global. Es raro un sitio en el mundo donde esta flor no sea apreciada y símbolo de amor, elegancia o delicadeza.
Por eso es la flor más cultivada a nivel mundial, y a lo largo de los años este favoritismo dió pie a una gran cantidad de variedades y colores.
En todas las variedades que existen, las rosas de color rojo son de lejos las más demandadas y comercializadas.
En este artículo viajaremos a lo largo de la historia de las rosas, su cultivo y las culturas que impulsaron lo que hoy en día es la flor más reconocido y comercializada a nivel mundial.
Los primeros indicios del uso de la rosa como elemento ornamental datan de las civilizaciones de (por este orden): Creta, Babilonia, Antiguo Egipto, Romanos y griegos.
Para encontrar referencias claras y concretas en las artes, hemos de remontarnos a la antigua Grecia, donde se la asociaba a la diosa Afrodita, símbolo e imagen de belleza y perfección.
Los romanos cultivaron esta flor muy intensamente, utilizaban sus plantas en los jardines exteriores en sitios especialmente dedicados a este tema: El Rosetum.
Además, fueron los primeros de los que se tienen datos en usar sus pétalos a modo decorativo.
En la edad media, su cultivo estuvo confinado a los monasterios. Ésta, como en tantas otras cosas, fue una época de oscurantismo para las rosas.
Luego de trascurrida la edad media comienza un nuevo surgir de la rosa como reina de las flores y protagonista indiscutible de los jardines, adornos y ramos florales.
La realeza fue una muy importante impulsora del traspaso entre países y la consecución de nuevos híbridos. Sus lujosos jardines y rosedales (espacios especialmente dedicados a las rosas den los jardines) requerían de un trabajo especializado y una dedicación absoluta de jardineros que fueron especializando su arte a lo largo de los siglos.
En el Siglo XIX se empiezan a ver en occidente, variedades autóctonas de la China. Se tienen datos desde año 3.000 AC, de presencia de rosas en los jardines del país asiático.
Hoy por hoy la rosa, es presentada en ramos, donde casi siempre es la protagonista, y también en presentaciones minimalistas, resaltando aún más su belleza. Este es el caso de las rosas de Sant Jordi, donde se entregan acompañadas de pequeños complementos, la idea es que la rosa luzca en todo su esplendor.
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